«Un levantador de pesas o un luchador incapaz de correr o trepar,
o un corredor o un boxeador que no sabe nadar,
o no puede trepar, no cuenta con una fortaleza integral.»
HÉBERT
A principios del Siglo XX, aparece los escritos de Hérbert, cuestionando mitos sobre teorías de entrenamiento y de enseñanza.
Todo entrenamiento requiere de una enseñanza, no se puede separar, como pretenden algunos.
Todo entrenamiento requiere de una enseñanza, no se puede separar, como pretenden algunos.
“El método natural, es pues, una oposición completa al espíritu de los otros sistemas educativos o de cultura física, que consideran precisamente los ejercicios elementales y correctivos, así como los ejercicios convencionales de piernas, brazos y tronco, como la base de la educación física” (Hébert, 1914, p XVII).
Inspirado en lo anterior propongo una filosofía de entrenamiento no convencional.
Trabajar movimientos, invertir tiempo en los movimientos antes que en cualquier otro objetivo.
Tan natural como que para el humano recolector no era importante escalar una palmera en 10 o 20 segundos, si no conseguir el coco.
La idea es hacer bien los movimientos para evitar lesiones. No partimos de los mitos de los gimnasios:
¿Las mujeres son dulces, los hombres sudan? Ridículo
¿Pesas? Olvídalo.
¿Máquinas de fuerza? Una pérdida de tiempo.
¿Dietas, circuitos de ejercicio, entrenamiento de resistencia?
Todo inútil y antinatural.
Lo que pretendemos lograr es recuperar el nivel físico y funcional del pasado mediante un modelo de entrenamiento con fundamentos y el buen uso de la tecnología.